Obligados o inducidos a desconocer los hábitos de buena conducta de una persona que en el cumplimiento de su deber no recibe el pago suficiente para sobrevivir, peor aún si es cabeza de hogar como es el caso de miles policías, guardias, conserjes, mensajeros, empleados públicos o privados y obreros no calificados, quienes con frecuencia se les da una responsabilidad que pone a prueba su condición de honestidad y lealtad.
Quizás nunca pasó por sus mentes cometer un delito, pero el espejismo de una realidad que los hace cada vez más débiles y con menos capacidad para comprar lo elemental en una familia, como alimentos, medicinas y educación, podría ser la diferencia. Cuántos dolores de cabeza puede ahorrarse el Estado si decide iniciar una reforma en la que solo prepare oficiales académicos en cada uno de los cuerpos castrenses, empezando por la Policía Nacional.
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Para que los organismos de seguridad y contrainteligencia cumplan con decoro su misión de servirle a la patria con honor. Para que en cada momento hagamos nuestra la frase A la Patria no se le usa, ..se le sirve, del dominicano más pulcro que he conocido, el profesor Juan Bosch.
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