Las recientes declaraciones de la senadora por New York en el sentido de que no está buscando ser electa para acompañar a Obama en la ruta a la Casa Blanca, nos hace pensar que Hillary tiene futuro político a pesar de no alcanzar la nominación presidencial.
Lo que ha dejado claro ella es que hará lo que sea para que un demócrata llegue a la la Casa Blanca, según el breve documento divulgado antes de producirse un encuentro privado con Obama este jueves en Washington, al que no tuvo acceso la prensa.
Lo más lógico es que Barack Obama sopese la posibilidad de llegar a unas elecciones generales con la férrea voluntad de un pueblo decidido a cambiar el panorama crítico en que los republicanos históricamente han sumido a la sociedad estadounidense. Ahí es donde el voto popular tiene real posibilidad de convertirlo en el primer hombre de color en llegar a la presidencia en los Estados Unidos de Norteamerica.
El recién pasado proceso interno dejó huellas imborrables para Hillary, en el que más de 17 millones de ciudadanos expresaron su intención de voto, muestra de su fortaleza en el buen desempeño como primera dama durante ocho años de gobierno de Bill Clinton y de su labor como senadora por el estado de New York.
Como muestra de un gran liderazgo en las diferentes esferas de poder de la sociedad norteamericana, Hillary Clinton tiene en sus hombros la misión de unificar a todo aquel que dio su apoyo, invitándolos a multilpicar sus esfuerzos para el regreso al poder de los demócratas y con ello llevar esperanza y sosiego a un país que está desesperado por un cambio en la dirección que lleva desde el año 2000.
Lo que ha dejado claro ella es que hará lo que sea para que un demócrata llegue a la la Casa Blanca, según el breve documento divulgado antes de producirse un encuentro privado con Obama este jueves en Washington, al que no tuvo acceso la prensa.
Lo más lógico es que Barack Obama sopese la posibilidad de llegar a unas elecciones generales con la férrea voluntad de un pueblo decidido a cambiar el panorama crítico en que los republicanos históricamente han sumido a la sociedad estadounidense. Ahí es donde el voto popular tiene real posibilidad de convertirlo en el primer hombre de color en llegar a la presidencia en los Estados Unidos de Norteamerica.
El recién pasado proceso interno dejó huellas imborrables para Hillary, en el que más de 17 millones de ciudadanos expresaron su intención de voto, muestra de su fortaleza en el buen desempeño como primera dama durante ocho años de gobierno de Bill Clinton y de su labor como senadora por el estado de New York.
Como muestra de un gran liderazgo en las diferentes esferas de poder de la sociedad norteamericana, Hillary Clinton tiene en sus hombros la misión de unificar a todo aquel que dio su apoyo, invitándolos a multilpicar sus esfuerzos para el regreso al poder de los demócratas y con ello llevar esperanza y sosiego a un país que está desesperado por un cambio en la dirección que lleva desde el año 2000.
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