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Aún cuando el ser humano aspira a ser libre, la realidad es que está sujeto a reglas a lo largo de su vida, algunas por vía de la sociedad en que vive y las autoridades correspondientes, otras auto-impuestas.
Sería fantástico para algunas personas no tener que vivir con reglas, no tener que seguir las normas dictadas por otro, en fin, hacer lo que le venga en ganas, cuando quiera y como quiera. Gozar de ese grado de libertad, a pesar de lo ideal que suena, no es tan idílico en la práctica. Se ha demostrado una y otra vez que la gente necesita algún tipo de estructura en su vida, un orden que le permita organizar su tiempo y sus recursos para alcanzar las metas a las que aspira.
Esta realidad la vemos en todas partes. En el hogar la mayoría de la gente tiene rituales que sigue con cierto rigor: se despierta a una hora específica que le permite preparárse para llegar a su trabajo o centro de estudios. Una vez llega a su destino, allá también hay una serie de rituales, algunos auto-impuestos, otros decididos por la gerencia. Llegada la hora de salida, más rituales, los cuales dependerán de las circunstancias de cada cual. Sin estas reglas, no hay forma de que el tiempo de para todo lo que se hace en un día.
Es bueno cambiar la rutina, romper las reglas de vez en cuando, por eso hay vacaciones, tan necesarias para mantener el equilibrio y dar un respiro a esos rituales que suelen gobernar nuestras vidas a un nivel muy personal.
El asunto con las reglas es que estas nunca desaparecen del todo, pues aunque tomemos vacaciones, se forman ciertas rutinas, un tanto distintas a las del día a día normal, pero están hay, de manera inconsciente, para asegurarnos de hacer un uso eficiente del tiempo. Además de estas reglas personales e individuales, la sociedad misma impone su propio conjunto de reglas, las cuales se espera sean cumplidas de manera fiel, y de paso, las autoridades hacen lo propio.
Un ser humano sin reglas claras no puede vivir una vida adecuada. Un hogar sin reglas claras no funciona adecuadamente. Un sitio de trabajo sin reglas claras, donde todo el mundo manda y donde todo el mundo opina, se convierte en un caos. Una sociedad sin reglas, donde la gente prefiere mirar hacia otro lado, está condenada al fracaso. Un país sin reglas, donde las autoridades fallan en imponer el orden y donde en consecuencia la gente efectivamente hace lo que quiere, simplemente no puede subsistir a largo plazo.
Esta realidad la vivimos a diario, y aunque hay miles de ejemplos que pudieran servir para ilustrar el punto, basta con ver la manera en que se maneja en las calles de la RD. La gente hace lo que quiere: coge calles en vía contraria, dobla desde el carril que le plazca, se va en rojo, se para en verde y trata las calles como si fueran pistas de carrera. De nada sirve que hay leyes sobre leyes que están para regular esto si nadie las aplica y muchos menos les hacen caso.
Esta falta de respeto a las reglas es un mal generalizado. Se ve en clubes, se ve en oficinas, en universidades, en la calle, en plazas comerciales y un largo etcétera. Hay gente que es socia de un club y ya cree que eso le da derecho a abusar de las facilidades y del personal que allí labora. Hay oficinas donde trabaja gente que por amistad con el mandamás se cree con derecho a imponer su criterio aún cuando no tenga esa jerarquía. En proyectos aparece gente que en su afán de imponer su criterio pasa por encima a procesos y termina haciendo un caos. En todos estos casos hay una flojera en aplicar las reglas y garantizar su cumplimiento.
No es que haya que ser un santo y cumplir cada regla al pie de la letra, pero no estaría de más que se analice y se comprenda su importancia, así como el rol que juegan en mantener el orden y el equilibrio en la vida.
excelente, sigue asi.
ResponderEliminarmuy cierto, hay normas y reglas que respetar, en muchos lugares y diferentes escenarios, pero a veces en algunos lugares las reglas están favoreciendo a solo unos cuantos.
ResponderEliminarGracias
ResponderEliminares muy cierto en estos tiempos ,en nuestra sociedad se a disminuido el respeto a las normas ,las reglas ,los principios y los valores, dadas en cualquier area donde desarrollamos nuestras vivencias
ResponderEliminarExisten muchas reglas,establecidas por nuestra constitución ,pero es lamentable que en su mayoría no son cumplidas,a causa de personas irresponsables surgen disintas consecuencias.
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