Foto: Wikipedia |
A ver, ¿a quién no le ha pasado que estaciona su vehículo y al cabo de unas horas se topa con la sorpresa de que le han llevado los espejos?
Este fenómeno sucede en todas partes y a toda hora, sin importar el sector o que haya vigilancia. Tampoco importan la marca o tipo del vehículo: yipetas y carros, sean nuevos, viejos o de medio uso, van en la colada, independientemente de que sean caros o de precio moderado.
Los ladrones de espejos roban algo más que espejos: luces, parrillas, aros y otros detalles. Lo hacen a plena de luz del día, de noche, a la hora que sea. La presencia de gente no les molesta, solo si se trata de un guardia armado que los sorprende in fraganti desisten de sus intentos. Algunos ladrones de estos son reincidentes: los llevan al destacamento policial más cercano, le dan su amonestación, pero al cabo de un tiempo vuelven a sus andanzas.
Todo el mundo sabe que esos ladrones terminan llevando la "mercancía" recolectada a la Calle 20 en Villa Consuelo, Distrito Nacional, donde aparece de todo en respuestos para vehículos. Todo el mundo lo sabe, pero nadie hace nada para impedirlo, y por eso es que cada vez que alguien se lleva la sorpresa siempre la respuesta es la misma: "en la Calle 20 te lo venden". ¿Hasta cuándo?
Comentarios
Publicar un comentario
Este blog no acepta vulgaridades. Modérese antes de comentar.