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Mostrando entradas de octubre, 2015

El valor de ser ermitaño

En términos generales, la gente no se lleva bien con otra gente. No importa que dos personas lleven años tratándose de cerca, y hasta conviviendo en el mismo espacio. Lo más probable es que surjan conflictos a lo largo del tiempo, algunos pasajeros, otros irremediables. Dicen que la clave de la armonía consiste en aceptar a los demás tal cual son. Hay cientos, miles quizás, de personalidades distintas que van más allá de la tradicional clasificación de extrovertido /introvertido. Lidiar con tanta variedad de gente requiere de altos niveles de tolerancia y paciencia.  Ya que por nuestra naturaleza gregaria tenemos esa imperiosa necesidad de relacionarnos con gente, y porque la propia sociedad lo fomenta e impone, lo mejor que hacemos es aplicar el enfoque ermitaño.   La propia sociedad impide ser ermitaño nato, a no ser que se sea totalmente autosuficiente. Aquí van algunas ideas derivadas de ese concepto que pueden implementarse en el día a día: 1. No