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Una historia un tanto insólita pero hasta cierto punto comprensible: un hombre en China, Jian Feng, demandó a su esposa por haber procreado con ella una hija "increíblemente fea", según su propio testimonio. Lo más raro del caso es que ganó su estrambótica demanda, y si bien es cierto que es una crueldad llamar feo a un bebé, tal parece que el hombre tenía base en su demanda.
Resulta que la esposa de Feng se había gastado un buen dinero, por encima de los 100 mil dólares, en cirugía plástica. Eso fue antes de casarse, y presumiblemente antes de conocer a Feng.
Dice Feng que él tenía la ilusión de que la hija procreada por ambos serían tan bella como la madre. Cuando ocurrió justamente lo contrario, una bebé tan fea que le producía horror, según sus declaraciones, decidió investigar. Se hizo una prueba de paternidad que determinó sin lugar a dudas que él era el padre de la criatura. ¿Qué pasó entonces? Bueno, aquí entran en juego los arreglos estéticos de la madre. La niña simplemente sacó sus rasgos originales.
No solo demandó Feng a su esposa por la fealdad de su hija, sino que solicitó el divorcio bajo el alegato de "falsas pretensiones" en alusión a los cambios estéticos producidos de manera artificial por cirugías. ¿Resultado? Obtuvo 120 mil dólares por concepto de daños.
Ciertamente es un balde de agua fría casarse con una persona considerada bella y atractiva según los estándares de cada cual y que después se descubra que tal belleza había sido lograda por métodos artificiales. Lamentablemente los beneficios de la cirugía plástica no se transmiten a la descendencia, y esto es una situación con la que de seguro muchas personas han tenido que lidiar en todas partes. La diferencia es que ahora hay un precedente en materia legal.
Rocío he conocido- y pienso que tú igual- a muchas parejas que uno de los dos carecen de belleza, sin embargo, tienen hijos muy bellos. La genética es muy compleja, es difícil saber cuales rasgos serán dominantes en la formación de una criatura.
ResponderEliminarY no sé que tipo de padre es este señor, que le pone condiciones a los hijos que proccrea. Hay miles de casos donde los hijos nacen con defectos- y la fealdad no es- o enfermedades como el autismo, sordos, ciegos ect y los padres le llegan a tener mucho amor a sus hijos. ¡Qué barbaridad!
No se puede negar: este señor ha sido bastante cruel al decir que su hija es "increíblemente fea", y comete el error de no sumarse él mismo a la ecuación. Sin embargo, lo que me llama a atención es el asunto de la cirugía plástica porque este lamento lo he oído antes: gente cuyos "arreglos" se delatan por esa vía, porque esas "mejoras" logradas con cirugía estética no se traspasan genéticamente.
ResponderEliminarEs mucha la gente que secretamente se siente engañada por estas situaciones, y por ahí fue que lo quise enfocar.