Año tras año ocurre igual: llegada la temporada ciclónica, brigadas del Ayuntamiento inician un operativo de poda de árboles a modo de prevención, y eso está muy bien. El problema es la manera en como se ejecuta el trabajo.
La palabra aquí es, una vez más, mantenimiento, y es en eso que se vive fallando constantemente. Como el Ayuntamiento no tiene un programa de podas regulares, los árboles crecen hasta el infinito, hasta que un buen día deciden podarlos a modo de prevención. El resultado es un montón de hojas y ramas en el suelo que a veces no se recogen inmediatamente. Igualmente el resultado es una serie de árboles mutilados y feos, pues la poda se hace con una agresividad inusitada.
Comentarios
Publicar un comentario
Este blog no acepta vulgaridades. Modérese antes de comentar.