Crisis inmobiliaria y financiera, fruto de la economía de casino que impera en las bolsas de valores, son los elementos que definen el actual panorama mundial de recesión.
La verdad es que el concepto de "economía de casino" no puede ser más acertado, pues meses antes de esta debacle las compras a futuro y especulaciones fuera de los parámetros normales llevaron a los precios del petróleo a altos históricos, llegando a cotizarse en 147 dólares. Hoy, en contraste, el petróleo ronda los 64 dólares, con tendencia a la baja.
La situación que vive hoy Estados Unidos, el país donde inició la crisis que tiene al mundo al borde de la recesión, es fruto de una administración impropia de cara al futuro de una nación que durante décadas ha marcado la pauta de la economía mundial. Lo que empezó como un relajo con las tasas sub-prime para casas, algo que en su momento llegó a ser el epítome del "sueño americano", ha derivado en un tremendo problema de proporciones incalculables.
La verdad es que el concepto de "economía de casino" no puede ser más acertado, pues meses antes de esta debacle las compras a futuro y especulaciones fuera de los parámetros normales llevaron a los precios del petróleo a altos históricos, llegando a cotizarse en 147 dólares. Hoy, en contraste, el petróleo ronda los 64 dólares, con tendencia a la baja.
La situación que vive hoy Estados Unidos, el país donde inició la crisis que tiene al mundo al borde de la recesión, es fruto de una administración impropia de cara al futuro de una nación que durante décadas ha marcado la pauta de la economía mundial. Lo que empezó como un relajo con las tasas sub-prime para casas, algo que en su momento llegó a ser el epítome del "sueño americano", ha derivado en un tremendo problema de proporciones incalculables.
Desde República Dominicana, el presidente Leonel Fernández lanzó la alerta precisa sobre lo que estaba sucediendo en la nación americana y desmontó el engranaje de la ola especulativa que produjo exorbitantes alzas en los precios del petróleo a nivel mundial.
Lo vimos llevando a foros internacionales su preocupación, haciendo un llamado a la unidad latinoamericana para enfrentar la acuciante situación que afecta a nuestra región, cuyos países son consumidores de las tres cuartas partes de la producción mundial de los llamados combustibles fósiles.
Cuánta razón tuvo el presidente Fernández al exponer ante cumbres de jefes de Estado y de Gobierno de toda Latinoamérica y organismos como la ONU y la OEA la visión sobre la implicación y dimensión del problema que afectaría a las grandes economías del mundo y que en consecuencia se reflejarían en la nuestra y en cualquier otra cuyo socio principal sea Estados Unidos.
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