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Peperoni... que alguien me explique

Por años ha sido tenido como uno de los mejores restaurantes del país, llegando algunas revistas sociales al extremo de calificar a sus dueños como verdaderos "dioses de la gastronomía" (sic). Sin embargo, Peperoni, sea en Santo Domingo o en la Marina de Casa de Campo, se queda corto ante las expectativas.

Peperoni es la clase de sitio donde dejan de atender a clientes "corrientes" con tal de brindar las mejores atenciones a las supuestas figuras del medio, sean empresarios, banqueros o políticos de cualquier partido. Esta actitud, que de tan mal gusto es, ocurre en varios establecimientos de la ciudad, pero este restaurante se lleva el premio. Un paréntesis: no hay tal cosa como un cliente "corriente", todo negocio debe sentirse agradecido de quienes se dignan en visitarlo.

De vuelta al tema, la siguiente reseña la hago a petición de unas amistades con las que compartí una cena en el referido restaurante en días pasados, específicamente en Casa de Campo. Con unos precios tan absurdos como los que allí aparecen, cualquiera esperaría un servicio excepcional. Nada más alejado de la realidad.

En atenciones son flojos, pero donde de verdad meten la pata es tratando de enmendar sus errores. No se justifica que una persona haga la salvedad de que es vegetariana y le lleven un plato adornado con jamón prosciutto en grandes cantidades. Menos aún se justifica que ante la queja del comensal se tome la poco elegante decisión de sacarle el ingrediente no deseado al plato y actuar como que nada ha pasado. Después de todo, estamos en un sitio que cobra 675 pesos, sin impuestos, por una pasta rellena que no dice llevar jamón en la descripción.

Peor aún, el mesero y el capitán intentaron justificar el desliz a costa del cliente y en ningún momento pidieron disculpas.

Por cosas como estas es que no he vuelto a Peperoni de Plaza Universitaria desde alrededor de 2001. Veo que siguen con el mal servicio de siempre, y, para completar, la comida ha pasado de estándar a mediocre.

Que alguien me explique, por favor, la fama inmerecida de este sitio.
En la imagen: Plaza Portofino, Marina de Casa de Campo.

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