Así se veía en la mañana de ayer la señal de Wind Telecom como producto de unos trabajos de cambio de frecuencia que estaban realizando. Se entiende que tales trabajos son para mejorar la calidad del servicio, pero aún así no está de más buscar la forma de no afectar al cliente, o al menos informar sobre eso.
Con tantos anuncios que ponen en TV, bien pudieron aprovechar ese espacio para informar de la ejecución de trabajos técnicos y pedir disculpas por los problemas que ello pudiera ocasionar. Pudieron también publicarlo por periódico o programarlo para que el mensaje saliera al usuario al encender el televisor. Pero no, aquí las cosas se hacen a la brigandina, como se dice popularmente. En este país el cliente no es gente.
Ya se trate de restaurantes, telefónicas, bancos o compañías de televisión por cable, en materia de servicio al cliente estamos como el cangrejo, cada día hacia atrás. Lo peor de todo es que no sabe el cliente a dónde llevar su queja y que de paso le hagan caso.
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