Imagen: Wikimedia
Farmacias, laboratorios y hasta algunos sitios de comida informal suelen anunciar a su clientela que están abiertos 24 horas. Sería interesante determinar cuántos de estos establecimientos realmente cumplen con esa condición, porque la verdad es que las sorpresas abundan.
Tómese el caso del laboratorio clínico que opera en el Centro de Ginecología y Obstetricia. Dizque laboran 24 horas, pero al parecer si se llega antes de las 7 de la mañana no hay quien le atienda. Eso le pasó en esta semana a mi madrina, quien tuvo que esperar 40 minutos por falta de personal, lo que le hizo llegar tarde a su trabajo. Luego se topó con otras historias similares.
¿Y qué hay de esas farmacias que anuncian con bombo "abierta 24 horas"? Muchas son las veces que he visto ese letrero acompañado de un local completamente a oscuras.
El relajo con el concepto de "24 horas" ha llegado tan lejos que hasta las distribuidoras de electricidad le meten el cuento a la ciudadanía con sus programas de igual nombre y circuitos "exclusivos" donde últimamente los apagones están a dos por chele. Y esto de los apagones no es solo ahora, cada vez que las distribuidoras presionan por lo suyo, es lo mismo, independientemente de lo cara que llegue la luz o lo "exclusivo" que sea el sector.
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