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El dilema de los parqueos

Foto: El Nacional
En las últimas semanas ha sido noticia la situación de los comerciantes del recién remodelado Barrio Chino, quienes se quejan de que la medida del Ayuntamiento que prohibe estacionarse en las calles ha provocado una merma en la clientela.

Si bien se entiende la situación del Barrio Chino, el asunto no es tan simple como parece. No se trata este de un mero enfrentamiento entre comerciantes y el Ayuntamiento, y la solución tampoco es volver a permitir el estacionamiento en las calles, una de las cosas que contribuía al caos en esa zona.

El asunto es mucho más complejo de ahí y tiene que ver con la laxitud con que siempre se han manejado las autoridades en el país. En el centro de este conflicto yace una realidad que no se puede negar: Santo Domingo es una ciudad que carece de parqueos, ya sean públicos o privados.

Precisamente por no aplicarse las reglas y por tratarse de una ciudad que ha crecido sin control ni planificación, la mayoría de los negocios privados en Santo Domingo carece de parqueo. Sólo las plazas comerciales y algunos restaurantes toman en cuenta el flujo de clientes y toman las medidas de lugar. Pero la norma aquí es que cualquiera pone un restaurante o una tienda y pretende resolver con dos parqueos y servicios de valet parking, quienes a su vez resuelven estacionando el vehículo en el primer hueco que aparezca.

El resultado de esta práctica es una serie de calles congestionadas, donde apenas queda libre el medio, a veces sin mucho rejuego, según lo estrecha que sea la vía. De ahí es que se arman los tapones, además del peligro al que se expone el cliente que se parquea en la calle.

La solución al conflicto en el Barrio Chino es la contrucción de un parqueo en algún terreno adyacente. Pueden unificarse estos comerciantes, e incluso pedir la colaboración del Ayuntamiento, para hacer un parqueo con suficiente espacio para clientes y visitantes. De esta manera, no se congestionan las calles y hay comodidad para todos.
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Ignoro si el Ayuntamiento y otras dependencias exigen a negocios y edificios el tener estacionamiento para sus clientes. En caso de ser así, que empiecen a aplicar multas y a exigir el cumplimiento del requisito. En caso contrario, que inicien los trámites para que así sea. Es hora de acabar con el caos en tránsito que impera en Santo Domingo, causado en gran parte por carros estacionados en las calles.

Comentarios

  1. En el caso del barrio chino, en el acuerdo para su construccion, las autoridades y los comerciantes debieron prever el problema. Quizas nadie pensó en eso o la ciudad no puso una postura clara.

    Pero, hay que hacer algo. Sea un parqueo privado. No solamente quedarse en la prohibicion. La cuidad (ayuntamiento) tiene que sentarse con los comerciantes y buscarle una solucion al problema.

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  2. Según tengo entendido, cuando se planificaron los trabajos del Barrio Chino quedó establecido eso de que no se podrían parquear vehículos en las calles. Como bien dices, debió preverse la consecuencia de eso e incluir la construcción de un edificio de parqueos en los planes.

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  3. ¿Y creen que esa es la solución?

    Seamos honestos a los dominicanos no nos gusta para nada mover los pies. Nada más hay que ver que hacemos increíbles malabares para comprar algo que está de venta, en algún puesto de fritura o a algún frutero, en alguna esquina y para eso ponemos nuestro carro en el mismo medio y hasta hacemos un taponazo de más de dos cuadras si es necesario.

    Yo pienso que además del parqueo y de las gestiones para que se viabilice el asunto del Barrio Chino hay que educar a nuestro pueblo en el respeto de las leyes que están en función del bien común y no de mi propio interés. A partir de eso tendremos un mejor país y hasta seremos mejores personas.

    ¿No les parece?

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  4. Bueno, anónimo, ese mismo tipo de cosas es que se plantean en este blog. Siempre hemos expuesto por aquí que el verdadero problema de este país es la mentalidad, hace falta un cambio bien grande en ese sentido, un cambio en que gobierno y ciudadanos se involucren activamente.

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