Tal como lo había comentado anteriormente, de nada sirvió el recorte de 2 millones de barriles por día anunciado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) como forma de impulsar los precios del crudo hacia arriba.
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Cuando la OPEP hizo este anuncio hace poco más de una semana, inconforme por los bajos precios que había alcanzado el petróleo, el barril de crudo de Texas cotizaba alrededor de los 43 dólares, una reducción de 70% respecto a los 147 dólares que llegó a alcanzar en julio, cuando la especulación alcanzó su clímax y aún no se hablaba de crisis financiera.
Ahora, a pesar del recorte anunciado, considerado el más grande hasta la fecha, el crudo de Texas cotiza a 33 dólares con 44 centavos, 10 dólares menos que hace 10 días. Conclusión: las expectativas negativas sobre la economía mundial pesan más que la amenaza de un súper recorte a la producción de petróleo. La situación es tan extrema que los analistas aún no ven que se haya tocado fondo.
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En la imagen: Chakib Khelil, presidente de la OPEP (Reuters)
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