El presidente Leonel Fernández habló anoche, y las reacciones no se han hecho esperar. Obviando el hecho de que fue un discurso largo, quizás lo más notable fue su tono optimista en medio de una crisis mundial que está causando estragos en las más diversas industrias y cuyo alcance final aún no se conoce.
Este optimismo ha sido tomado con cautela por analistas y ciudadanos en general, quienes prefieren prepararse para lo peor en vista del panorama sombrío que se cierne sobre el mundo. Como consecuencia de esta crisis, en República Dominicana ha bajado la afluencia del turismo, la Falconbridge ha despedido a 900 empleados en Bonao y Cap Cana se ha visto en aprietos tras la quiebra de Lehman Brothers. Desempleo equivale a desesperanza y guarda una relación directamente proporcional con la delincuencia, que de por sí está en aumento.
Pero esta cautela con el optimismo mostrado anoche tiene que ver también con la mala fama que tienen las promesas, que suelen no cumplirse. Esto de no cumplir las promesas se da en todas partes y escenarios: con las famosas resoluciones de año nuevo, con lo que anuncian los políticos en campaña y un largo etcétera. Lo más daniño es cuando el incumplimiento de una promesa afecta a todo un pueblo, y es precisamente esto lo que se busca evitar.
Del discurso de anoche dos cosas en particular se van a tener muy presentes: aquello de que no se crearán nuevos impuestos y lo de la reducción en el gasto público. Si el Gobierno logra cumplir en ambos casos, definitivamente que iría por buen camino. Algo que faltó discutir fue el asunto del petróleo, que ha bajado sustancialmente de precio.
Sería interesante saber cómo aprovecharía el Gobierno esta conyuntura, pues los exorbitantes precios que alcanzó el crudo hace unos meses fueron causa directa de la crisis alimentaria que acaparó titulares en todo el mundo y que propició la celebración de las más variadas cumbres. Ahora que ha perdido alrededor de 70% de su valor, ¿cómo sacarle provecho? La baja en el petróleo es quizás lo único bueno que ha originado esta crisis, y se sabe que no se mantendrá así indefinidamente.
Por lo demás, se espera que se de un uso racional a los fondos de pensiones, que, según anunciara el Señor Presidente anoche, se usarán para incentivar el sector construcción, la producción de alimentos y la economía en general. Asimismo, se espera que se materialicen las inversiones que pleanean los Emiratos Arabes Unidos en el sector energético dominicano.
Gracias por este aticulo, por el enfoque que le has dado, ojalá puedas seguir ofeciendo así tu exelentes articulos para beneficio de todos tus cibernautas
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