Esa es la expresión inevitable al ver la noticia del avión de US Airways que amarizó ayer en el río Hudson, en Nueva York, luego de que fallaran los motores de la aeronave, que apenas unos minutos antes había despegado del aeropuerto La Guardia con destino a Charlotte, Carolina del Norte..
Ciertamente la situación era de extremo peligro, y las opciones, junto con el tiempo, eran escasas: el escenario perfecto para una tragedia. Afortunadamente, y gracias a la pericia del piloto, Chesley Sullenberger III, con 40 años de experiencia en aviación civil, todos sobrevivieron.
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Todo parece indicar que los motores del avión dejaron de funcionar al entrar en contacto con una bandada de aves, posiblemente gansos, un problemas que es más común de lo que se cree en la aviación. Junto con la hazaña del piloto, que en todo momento mantuvo la calma al decir de los pasajeros, hay que destacar que los organismos de rescate de Nueva York respondieron con gran rapidez.
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Ciertamente, una noticia extraordinaria.
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En las imágenes: Momentos del rescate y el piloto, capitán Chesley Sullenberger III (Fotos: Reuters [1 y 3] y AP [2 y 4])
Rocio, recien llegaba a mi casa, encendí el televisor y presencie semejante azaña.
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