Un día como hoy, pero en 1946, murió Eduardo Brito, el barítono dominicano que más ha destacado dentro y fuera del país.
Aún cuando el Teatro Nacional lleva por nombre oficial "Eduardo Brito", poco conocen las generaciones jóvenes acerca de su vida y sus logros. Este fenómeno es muy común en República Dominicana, donde a veces la gente se pasa 30 años viviendo en un sitio y desconoce los méritos de la persona que da nombre a la calle donde vive.
La oportunidad es propicia no solo para recordar la vida y obra de Eduardo Brito, quien murió en el manicomio de Nigua como consecuencia de una sífilis cerebral que degeneró en locura, sino para revisar la forma en que estas figuras son tratadas a nivel educativo.
Es alarmante el poco conocimiento que tiene el dominicano promedio acerca de las figuras más relevantes de la historia, la política, el arte y la literatura. Apenas se conoce aquí un poco de Juan Pablo Duarte, tenido como el más importante de los 3 Padres de la Patria, una valoración considerada como injusta por muchos.
Contrario a lo que pudiera pensarse, este fenómeno no es exclusivo de las escuelas públicas, en las privadas es la misma cosa. Es hora de saber que más allá de Juan Pablo Duarte, Pedro Samtana, Trujillo, Balaguer, Juan Bosch y Peña Gómez quedan muchas otras figuras que destacaron en deportes y bellas artes, figuras dignas de conocer, como el caso de Eduardo Brito.
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En la imagen: Eduardo Brito y su esposa (Fuente: Revista 110)
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