Después de un desempeño tan pobre como el que han tenido en esta temporada, las Aguilas Cibaeñas necesitan revisarse a fondo, buscar jugadores nuevos y cambiar de manager, pues el actual tiene un par de temporadas bajo fuego y cada vez hace peor trabajo.
Es más, después de la humillante derrota de anoche a manos del Licey (para que no se olviden, el score fue 16 a 2), las Aguilas debieran retirarse del Round Robin, porque definitivamente no van para ningún lado. La poca dignidad que quedaba a los fanáticos de este equipo se fue a pique anoche luego de ver un desempeño tan maleta en el campo de juego.
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Lo cierto es que desde el año pasado las Aguilas han venido jugando con niveles inferiores de calidad. Aún cuando lograron la corona el año pasado, a duras penas, eso sí, las Aguilas hicieron el papelón en la Serie del Caribe, celebrada nada menos que en Santiago y la que resultó ganador el Licey.
Que conste, me alegro de que el Licey hubiese ganado la Serie del Caribe, pues de esa manera el triunfo se queda entre dominicanos, pero no se debe dejar de lado que las Aguilas se volvieron un disparate a mitad del evento. La vergüenza fue doble porque fue el equipo ganador de la serie regular y además estaban jugando en su casa.
Y así, con un pobre desempeño que viene notándose desde la temporada invernal pasada, las Aguilas logran deslucir su 50 aniversario, cuya celebración quedó tan bonita al principio de la actual temporada. Quizás sea karma, pues las Aguilas deslucieron el 100 aniversario del Licey el año pasado.
Aunque soy Aguilucha, no voy a negar que estoy decepcionada. Las Aguilas necesitan reactivarse y dejar atrás el romanticismo. De lo contrario, repetirán la historia del Escogido y las Estrellas Orientales.
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