Una sugerencia

Foto: adn.es
Hagamos un experimento: trate de recordar la última vez que le llegaron sus estados de cuenta y facturas a tiempo. Hace mucho, ¿verdad?

En base a mi propia experiencia y los demás miembros de mi casa he llegado a la conclusión de que esa debe ser una de las quejas más frecuentes entre usuarios de bancos y servicios de teléfono, agua, luz, cable, etcétera. Cada uno de ellos exige el pago a tiempo, pero lo raro es que la factura llegue antes de la fecha límite.

Así me pasa con todo, siendo uno de los casos más graves el de Orange, que hace un tiempo cambió las reglas de juego y exige el pago de la factura en un máximo de 10 días calendario a partir de la fecha de corte so pena de aplicar un recargo de 2% a modo de castigo. Yo, que no estoy por regalarle ni medio centavo a nadie, la pago por lo general a los dos días del corte. ¿Qué creen? Dos semanas después, ahí llega la factura.

Anjá, fabuloso, llegó la factura... ¿y para qué, si ya pagué? Bueno, ella sirve para generar más basura y para ocupar espacio, después de eso, no le veo uso. Siendo el caso que Orange manda un mensaje al día siguiente del corte informando del monto a pagar y la fecha límite, sería mejor que se ahorren el gasto en papel, impresión y mensajería que representan estas facturas. Mejor aún, estarían ayudando a salvar el planeta, qua al parecer está en su peor momento.

Llevo la sugerencia aún más lejos. Ya que está tan extendido el uso de celulares y de correo electrónico, los bancos y demás sitios que generan facturas mensuales deberían eliminar la opción de envío físico de facturas, salvo en los casos donde la persona no tiene celular ni correo electrónico. Después de todo, ¿de qué nos sirve una factura que siempre llega tarde? Además, ser verde está de moda.

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