Primero Alex, ahora el show sigue con Miguel Tejada, quien se declaró culpable de perjurio en 2005 cuando negó el uso de esteroides para mejorar su nivel de juego.
No entiendo qué se busca con este debate de los esteroides. De momento parece una campaña dirigida contra los dominicanos, pues el de Alex Rodríguez ha sido el único nombre revelado de 104 que dieron positivo en pruebas de esteroides realizadas en 2003 para fines de investigación interna.
Ahora a Alex se le suma Tejada, solo que en este caso, al parecer, fue él quien tomó la decisión de comparecer en público y admitir que mintió durante los interrogatorios llevados a cabo en 2005 por el Congreso de los Estados Unidos para determinar la prevalencia de uso de esteroides en Grandes Ligas.
Los esteroides siempre han estado presentes en los más variados deportes, desde fútbol hasta pista, donde se recuerda la controversia que rodeaba al caso de Florence Griffith-Joyner, ganadora de 3 medallas de oro en los Olímpicos de Seúl 1988. Conocida como Flo-Jo, la atleta fue insistentemente acusada de tomar esteroides, alegatos que siempre refutó, dando negativo en cada una de sus pruebas. Su súbita muerte en 1998 reavivó la controversia y el debate.
¿A qué se debe la presencia de esteroides en deportes? Sencillo: hay presión por parte de entrenadores y el público en general por ver un desempeño fuera de este mundo. Un alegato como este suena infantil hasta cierto punto, pero la evidencia apunta a que el asunto es bastante serio.
Retomando el caso del beisbol de Grandes Ligas, este no está en su mejor momento. Al lío de los esteroides se une ahora el caso de Roberto Alomar, que enfrenta demanda de una de sus ex novias por haberla forzado a mantener relaciones secuales sin protección aún a sabiendas de que el jugador estaba enfermo de Sida.
En lo que se resuelve el caso, insisto con la pregunta: ¿por qué hacer un escándalo ahora de algo que pasó hace más de 5 años y que en ese entonces no violaba regla alguna?
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