Sin fronteras, ¿eh?

Desde el 27 de febrero de 1844 la isla Hispaniola quedó divida en dos territorios con culturas y sistemas bien diferenciados: República Dominicana y Haití. A partir de ese momento ambos países pasaron por situaciones donde el interés político triunfó sobre todas las cosas: luchas de poder, dictaduras, derrocamientos, invasiones, revoluciones y contrarrevoluciones.

Mientras República Dominicana ha podido avanzar hacia un estado de democracia con las imperfecciones típicas de un país tercermundista, Haití se ha quedado rezagado en todos los órdenes. A través de crisis, ciclos de crecimiento, recesión y reformas, República Dominicana ha logrado convertirse en un importante referente económico de la región y cada día lucha por mejorar sus condiciones. Haití por su parte, está cada vez más sumido en una miseria espantosa.

Viendo las cosas así, y tomando en cuenta que para los haitianos la isla es "única e indivisible", ha ocurrido lo más lógico, una invasión pacífica de haitianos que llegan hasta aquí en busca de mejores condiciones de vida. La mayoría trabaja en bateyes y contrucción. Otros se ponen a pedir en las calles y una minoría viene a estudiar.

La inmigración ilegal haitiana ha sido motivo de debates y acusaciones hacia RD por parte de países que consideran nuestro "deber" acoger a esos vecinos desamparados. En ese sentido, República Dominicana carga muy pesado y tiene pocos amigos que la defiendan. Quizás por esto una persona con sentido patriótico y moral ha denunciado la transmisión de un programa por el canal 33 llamado "ISLA SIN FRONTERAS", conducido nada menos que por dos nacionales haitianos.

Nunca he visto el programa, que se presenta los sábados a las 8 de la mañana por el referido canal, pero a juzgar por el título lo más probable es que contenga toda clase de mensajes sutiles y no tan sutiles que ponen en juego nuestra soberanía e independencia.

En referencia directa a la unificación de la isla, el programa muestra un mapa de la isla sin la división fronteriza. Es una barbaridad que atenta contra la Patria. La Comisión de Espectáculos Públicos y Radiofonía debería echar un vistazo a esto y tomar las medidas de lugar. Un agradecimiento a David Pérez por hacer llegar esta queja.