¿Será una broma?

Foto: El Día
Hace unos días me llamó la atención una foto publicada por El Nacional donde aparecían el alcalde del Distrito Nacional, Roberto Salcedo, su esposa Angélica y la Princesa de Asturias, Letizia Ortíz. Con cierta curiosidad, leí el pie de foto: Salcedo había recibido en ese momento el galardón que declara a Santo Domingo como "Ciudad Ambiental 2010".

¿Ciudad ambiental? ¿Cuál ciudad ambiental? Lejos de sentirme orgullosa por tal distinción, me sentí burlada. Después de todo, con tantos vehículos en mal estado, basura que se acumula, filtrantes inservibles, venta de comida sin regulación y la falta de educación de los mismos habitantes, Santo Domingo dista mucho de ser un ejemplo de ciudad ambiental. Todo lo contrario, la contaminación es cada vez mayor, con la consecuencia de que las enfermedades respiratorias van en aumento.

Entre los motivos que propiciaron la entrega de este galardón a Salcedo figuran la iniciativa de recuperar áreas verdes y el programa de arborización, que entre otras cosas incluyó el corte numerosos árboles en avenidas y calles de Santo Domingo, los que fueron sustituidos por otras plantas que a juicio de Salcedo son más adecuadas.

Si bien es cierto que los parques Canquiña han sido todo un éxito, no se puede obviar que la gestión de Salcedo viene fallando en las cosas más vitales, como son la adecuada recogida de basura, regulación de ventas de alimentos callejeros, mantenimiento del ornato y un largo etcétera. A modo de ejemplo están la Zona Colonial y el Malecón, dos áreas emblemáticas que siempre están sometidas a renovación sin que se vean resultados. Pero la cosa va más lejos: el deterioro de la ciudad es evidente en El Boulevard de la 27, la zona de Gazcue, la Duarte con París, los alrededores de la UASD, el Mercado Modelo y la Plaza de la Bandera, solo para mencionar algunos lugares.