Pocas cosas en la vida son más feas y tristes que estar constantemente buscando aprobación de otro, pero... resulta que esto es más común de la cuenta, y tiene mucho que ver con nuestra formación, experiencias de niñez y las expectativas poco realistas de sociedades que se la dan en moralistas y no pasan de ser una gran hipocresía. Me explico. Desde que se tiene uso de razón, hay una presión -más que nada sobre las niñas- por socializar con la intención a futuro de formar un matrimonio, una familia y perpetuar la tradición. Hay una expectativa de tener amigos, de tener novios, de formalizar una relación. Todo eso, quiérase o no, conlleva aprobación de otros a varios niveles. ¿Cómo entablamos una relación con otros? Pues relacionándonos, obviamente, una acción que inevitablemente conlleva observación, trato y validación con nuestros prejuicios y creencias preconcebidas, las cuales son inculcadas por la familia y el ambiente. Esto es lo que explica por qué la gente "
Reflexiones acerca de la existencia humana y de cómo la misma gente puede hacer la diferencia. Contenido original.