¿Está llegando el mundo a su fin? Quizás. En lo que se definen las cosas, el panorama apunta a que en todas partes del mundo, sin importar raza o ideología, la gente está harta del sistema y sus abusos, harta de los políticos y harta de que le impongan cosas a la mala. El cansancio de la humanidad se manifiesta de muchas formas, siendo una de las más viejas y contundentes las elecciones presidenciales, congresuales o como sea. La gente vota con la esperanza de un cambio, y ocurre muchas veces que inicialmente se da un cambio, solo que el mismo no persiste a través del tiempo. Veamos un ejemplo: hace unos años la izquierda se puso de moda en América Latina. Ahora, después de algunos fracasos muy sonoros, la derecha vuelve a hacer asomo. En Europa, que por algunos 50 años lucharon por tener un frente unido, la Unión Europea se ve en peligro de fragmentarse para siempre por la sencilla razón de que no se ponen de acuerdo y están todos cansados de tener que jugar según las regla
Reflexiones acerca de la existencia humana y de cómo la misma gente puede hacer la diferencia. Contenido original.