En un país donde la informalidad, la chabacanería y la improvisación campean, ser organizado y responsable es un autético sufrimiento. Cuando se trabaja en organizaciones sin estructura, sin planificación ni logística, ser organizado y responsable no es solo un sufrimiento, sino una verdadera pesadilla. La gente organizada, formada bajo el precepto de seguir reglas y orientada a obtener el mejor resultado de la manera más eficiente posible, se asfixia en escenarios donde las cosas ocurren medalaganariamente y de forma desorganizada. A la gente organizada no le gusta que la saquen de concentración por la falta de organización del otro. La gente organizada detesta perder el tiempo por cosas mal planificadas o carentes de lógica y/o logística. Se entiende que algunas cosas ocurren sin avisar y que no queda de otra que resolver, pero suele ocurrir que cuando se trabaja para terceros se avisan cosas sin rejuego de tiempo por desorganización y falta de planificación del otro. Eventos pla
Reflexiones acerca de la existencia humana y de cómo la misma gente puede hacer la diferencia. Contenido original.