Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2019

Simplifícate la vida y sé feliz

En este mundo moderno, sobrepoblado e híperconectado es común sentirnos constantemente abrumados porque el tiempo simplemente no da. Entre redes sociales mentirosas que nos venden la idea de que si no somos perfectos hemos fracasado, gente más sensible de la cuenta y el afán de emprender algún proyecto porque si no lo hacemos no estamos en nada, nos vamos quedando efectivamente sin tiempo. A eso hay que añadir los tapones, trabajos demandantes, familia y compromisos y, ¡voilà!: tiempo esfumado.  Una realidad de este tiempo es que se gasta demasiada energía valiosa en disparates, cómo competir con perfectos extraños, lidiar con gente tonta y chismes. Es hora entonces de priorizar y tomar en cuenta lo siguiente: 1. Lo que no deja beneficio, al zafacón. Puede ser un proyecto, una actividad, una costumbre, una amistad o la pareja. Si no aporta, pa’ fuera. 2. Mortificarse por el que dirán es un disparate. La gente tiende a juzgar sin antes averiguar. Al f

Yo no me llamo Samuel

Para cualquiera que me conozca o me siga resulta más que evidente que mi nombre no es Samuel, pero el título es una metáfora de algo que sucede a menudo: gente que tiene un problema con una persona en particular pero que no sabe desligar la situación de otras personas que no le han hecho nada. Samuel puede ser cualquiera. Es un nombre al azar que buscar demostrar el punto de que si usted tiene un problema con “Samuel”, “Ana”, “Ricardo” o “Susana” otros no tienen por qué pagar los platos rotos de su mal humor e inconformidad. Es de mal gusto ir por la vida maltratando gente que no tiene la culpa de sus problemas y que quizás podría incluso resultar de ayuda en esos casos. Si usted no sabe diferenciar y trata a todos según su estado de ánimo, entonces váyase a una montaña y aléjese de la civilización. El mundo será mejor lugar así.