El dominicano es un personaje muy peculiar: lo que le sobra en tigueraje lo compensa con una ignorancia que raya en lo simple y conformista, porque es más fácil hacerse de la vista gorda que exigir. Imagen: Etsy Ahora que varias situaciones parecen estar fuera de control y que se exigen acciones y correctivos, es importante saber cómo llegamos a esto. La respuesta, al menos al nivel más básico posible, es ese legendario conformismo que fue inmortalizado en camisetas ochenteras y noventeras dirigidas a turistas y que rezaban "SANTO DOMINGO. NO PROBLEM" . ¿Se acuerdan de ellas? Resulta que eso, más que un eslogan, resume nuestra idiosincrasia de manera muy sucinta y realista. Ese "no problem" es lo que nos hace capaces de aguantar cualquier cosa con una sonrisa de oreja a oreja, una actitud admirable y que muchos equiparan con bienestar mental, aún cuando esto no es más que una gran mentira. A continuación, algunos ejemplos clásicos del dominicaní
Reflexiones acerca de la existencia humana y de cómo la misma gente puede hacer la diferencia. Contenido original.