Grado Seis

Con el afán de la Semana Santa, asueto que para muchos equivale a sol, playa y fiesta, no es de extrañar que el día de hoy haya pasado desapercibido casi en su totalidad.   No me refiero al que hoy sea Sábado Santo, sino a que hoy se conmemoraron 169 años de la batalla del 30 de Marzo, una importante efeméride patria que tradicionalmente es celebrada y exaltada por las autoridades.   Por haber coincidido la fecha patria con el Sábado Santo, se tomó la decisión de mover las festividades correspondientes para el 3 de abril , las cuales incluyen un tradicional desfile en Santiago, donde tuvo lugar la batalla.   Es posible que algunas personas hayan visto con extrañeza la decisión de conmemorar la Batalla del 30 de Marzo el venidero 3 de abril. Después de todo, se supone que los acontecimientos de este tipo se celebran y/o conmemoran en su aniversario. Sin embargo, viendo que ni siquiera hay periódicos circulando y que las menciones sobre el tema fueron escasas en Twitter y

Kim Jong Un declarando la guerra (Reuters/Daily Mail)  En resumidas cuentas, la humanidad siempre ha vivido en guerra. No importa la época, no importan las circunstancias, la guerra siempre ha estado ahí: por control de especias, por religión, por supremacía racial, por ideologías (que no es lo mismo que religión) o simplemente porque sí. En cada caso de guerra, sea de los años 800s o de los 1900s, hay un elemento común: lucha por el poder.   En dos mil años de guerras que tan solo han producido pérdidas, rencores y retrasos no se vislumbra un final feliz. Guerra van, guerras vienen, con frágiles intentos de paz por el medio que de cualquier cosita quedan en el olvido.   Tal parece que es más fácil ponerse en ánimo de pelea que buscar una salida amigable a los conflictos. Este comportamiento, tan típico de humanos y animales, lo vemos a diario en los más variados escenarios: el trabajo, el centro de estudios, la casa y la vía pública. Lo vemos también en escenarios más

Imagen: Skyscrapercity En su mayor extensión, la autopista Duarte ofrece un trayecto agradable, con un paisaje frondoso, montañas a lo lejos, negocios variados que en su mayoría lucen bien y uno que otro pueblo que hace vida directamente ahí, como es el caso de Piedra Blanca y Pedro Brand. Sin embargo, en los últimos meses, he notado un fenómeno al que debe prestársele atención urgentemente.   En dirección hacia Santiago, una vez se pasa de Pedro Brand, llegando ya por los lados de Piedra Blanca y Bonao, hay una cantidad inusitada de tierras quemadas, con la vegetación arrasada. Esto se puede ver en el medio de la carretera, donde usualmente crecen malezas, y a los lados, donde por lo general hay áreas verdes.   Es un espectáculo penoso ver esa tierra negra, arrasada, con vegetación que apenas se sostiene. Un paisaje funesto, desértico, cuyo impacto va más allá de lo visual. No se sabe si la quema ha sido intencional o accidental, si obedece a algún plan de trabajo o las

  Aunque quizás no ha generado el mismo nivel de interés que el Bicentenario de Duarte o que la propia Independencia, acontecimiento que jamás debe pasar desapercibido, es bueno recordar que hoy se conmemoran 169 años de la Batalla del 19 de Marzo, una de las más simbólicas en la campaña militar 1844-1856.   Lo que hace tan especial a la Batalla del 19 de Marzo es que se trató de la primera lucha contra los haitianos después de haberse proclamado la Independencia dos semanas antes, el 27 de febrero de 1844. Como suele suceder, los derrotados no estaban por aceptar su derrota y trataron de varias formas de retomar el poder sobre esta parte de la isla. Felizmente, los dominicanos defendieron lo suyo, aún cuando tenían carencias importantes en ese sentido.   Siendo el caso que históricamente se le da importancia a esas dos batallas de marzo, y siendo el caso que el natalicio de Francisco del Rosario Sánchez también es en marzo, quizás sea una buena idea revisar el período ide

Foto: Daily Mail Aunque parece más bien un enfrentamiento de kung-fu, estos dos pandas rojos, captados en el zoológico de Viena (Austria) están en realidad jugando.   El panda rojo , llamado también panda menor, es un pequeño mamífero omnívoro que básicamente se alimenta de bambú y cuyo tamaño oscila entre 30 y 60 centímetros. Son criaturas de hábtios nocturnos, nativas de las regiones montañosas del Himalaya, India, China y Myanmar (Burma).   Relacionado con los mapaches, comadrejas y zorrillos, el panda rojo se encuentra en una situación vulnerable respecto a su sobrevivencia a largo plazo.

  Algunas cosas no hacen sentido. Históricamente se tiene a la Iglesia, sea cual su denominación, como algo sagrado, un ente de la verdad que está para guiar a los hombres y mujeres del mundo a seguir los caminos de Dios y emprender buenas acciones. Sin embargo, en la práctica, las cosas no pueden ser más diferentes.   Hay quienes alegan que la Iglesia es necesaria para mantener un equilibrio, que se trata de un elemento que hace un trabajo de mantener a la gente a raya y que ello contribuye a su vez a mantener en niveles tolerables asuntos como violencia y delincuencia. Aunque a nivel teórico esto hace sentido, en la práctica se ven otras cosas.   El pueblo dominicano, por poner un ejemplo, es bastante religioso. Sin embargo, en los últimos tiempos vive una situación de inseguridad ciudadana que va en aumento. Los barrios están llenos de iglesias donde los curas, padres y demás representantes hacen un trabajo que no pasa desapercibido. Por lo general las iglesias están ll

El himno dedicado a Francisco del Rosario Sánchez, quien históricamente no ha gozado del mismo nivel de reconocimiento asociado a Juan Pablo Duarte o a Matías Ramón Mella, es bastante certero en sus letras y constituye un homenaje justo a esta figura patriótica.   Sánchez fue quien izó la bandera cuando Mella dio el trabucazo en la Puerta de la Misericordia aquel 27 de febrero de 1844 y luego de proclamada la independencia dominicana continuó luchando por la soberanía, aún cuando había sido declarado traidor junto a Duarte, Mella y otros patriotas.   La realidad es que la historia de este país ha sido un tanto traumática desde su nacimiento por el hecho de que había desde ese momento gente  con su agenda parelela. Duarte, Sánchez y Mella fueron víctimas de ese sistema, que, tristemente, sigue en pie por el mero hecho de que la gente es la misma en todas partes y, por lo visto, en todas las épocas.   A pesar de las adversidades enfrentadas por causa de intereses particul

Compañías de teléfono. Las odiamos, pero al mismo tiempo no podemos vivir sin ellas, a menos que decidamos meternos a ermitaños. No importa como se llamen, su procedencia o su filosofía, todas son lo mismo y parecen tener el don de irritar al más paciente de los clientes con sus reglas absurdas y servicio al cliente lento y deficiente.   Ir a una oficina comercial de una compañía de teléfonos es un ejercicio de paciencia que implica dedicar varias horas en turno para al final atenderse con una persona que por lo general no sabe hacer su trabajo correctamente y cuyos conocimientos respecto a los servicios ofrecidos, honorarios y demás informaciones relacionadas son incompletos o deficientes. Para colmo, como una consecuencia de esta deficiencia, tienden a ser lentos y poco eficientes.   Hasta ahora me he concentrado en servicio al cliente presencial, pero por teléfono no es que sea mucho mejor tampoco: espera larga, respuestas incompletas e incompetencia que rápidamente hace a

imagen: carseatblog.com ¿Cuál es la mejor forma de resolver un problema? No hay respuesta universal por la sencilla razón de que no hay dos problemas iguales, a lo sumo parecidos, cada uno con complicaciones específicas e inherentes.   Si bien no hay una fórmula universal para resolver problemas, salvo que se trate de un problema matemático, podemos establecer de antemano que por lo general hay alternativas, algunas sencillas, otras más complejas. A veces la solución solo resuelve el problema de manera parcial, otras veces lo hace de manera definitiva. La solución va a depender del objetivo que se persigue con la misma, la disponibilidad de recursos, la urgencia del problema y las posibles consecuencias que pudieran derivar de las distintas soluciones disponibles.   Todos en el día a día nos enfrentamos a problemas que estamos obligados a resolver. Algunos requieren de atención inmediata, otros no son tan urgentes, pero, de todas formas, exigen de una solución adecuada.