En menos de dos semanas han salido tres noticias perturbadoras que tienen un elemento en común: jóvenes que se rebelan ante figuras de autoridad que de alguna forma u otra trataron de imponer el orden y la disciplina. Primero fue un hijo del diputado Rafael Molina Lluberes, quien se suicidó el 15 de noviembre en la casa familiar de Lomas Lindas después de que su padre le llamara la atención por algo. No se tienen detalles de qué cosa le corrigieron, lo cierto es que el joven se pegó un tiro, y el resto es historia. Una semana después de este evento, sale la noticia de la estudiante de Hato Mayor que envenenó a su profesora al echarle "plomerito" a su jugo, esto con la intención de seguir "brillando" por los pasillos y dedicarse a cualquier cosa, menos a estudiar. Mientras la profesora se recupera del ataque, la estudiante, que ha tenido una vida traumática, según reportes, fue enviada a la cárcel de menores de Najayo. Como si ya no fuera suficiente espanto con est
Reflexiones acerca de la existencia humana y de cómo la misma gente puede hacer la diferencia. Contenido original.