Domingo, 8:00 A.M.: el ruido de unas grúas y otros equipos lo sacan de un agradable sueño. En ese mismo instante, se va la luz. Excelente manera de empezar el día. Esto, al igual que numerosas otras veces, sucedió hoy. Toda la alharaca obedece a unos trabajos que realiza Edeeste de cambio de líneas, o algo por el estilo. Esto no es una queja, ya que supuestamente estos trabajos van en beneficio de la población, pero no deja de ser una experiencia desagradable e incómoda. Por más inversor o planta que se tenga, nada más el ruido que hacen los trabajadores es suficiente para alejarlo de su casa. Pero entonces, cuando se hace tal intento, oh sorpresa, está bloqueada la calle. Hay que pedir permiso para salir, porque hay varios metros de alambres gruesos esparcidos por el pavimento, camionetas ubicadas "estratégicamente" y al menos dos grúas que bloquean el paso a la derecha y a la izquierda. En otras palabras, no hay escape. Tal como había informado el periódico de ayer, esta si
Reflexiones acerca de la existencia humana y de cómo la misma gente puede hacer la diferencia. Contenido original.