En este mundo moderno, sobrepoblado e híperconectado es común sentirnos constantemente abrumados porque el tiempo simplemente no da.
Entre redes sociales mentirosas que nos venden la idea de que si no somos perfectos hemos fracasado, gente más sensible de la cuenta y el afán de emprender algún proyecto porque si no lo hacemos no estamos en nada, nos vamos quedando efectivamente sin tiempo. A eso hay que añadir los tapones, trabajos demandantes, familia y compromisos y, ¡voilà!: tiempo esfumado.
Una realidad de este tiempo es que se gasta demasiada energía valiosa en disparates, cómo competir con perfectos extraños, lidiar con gente tonta y chismes. Es hora entonces de priorizar y tomar en cuenta lo siguiente:
1. Lo que no deja beneficio, al zafacón. Puede ser un proyecto, una actividad, una costumbre, una amistad o la pareja. Si no aporta, pa’ fuera.
2. Mortificarse por el que dirán es un disparate. La gente tiende a juzgar sin antes averiguar. Al final del día somos un grupo de animales pensantes pero dañinos que nos hacemos cada vez más brutos por un exceso de pantallas, programas de “reality” (Gracias, Kim Kardashian) y de automatización que lleva a la vagancia. Aquel que piense que eres torpe, inútil o incapaz probablemente peque de lo mismo.
3. Suelta el teléfono. La mayor fuente de distracción es el teléfono con su exceso de notificaciones, acceso a internet, videojuegos y otros entretenimientos.
4. Suelta las redes sociales. Disfruta la vida y deja de estar pendiente al selfie perfecto o al post que más envidia causará. De igual forma, deja de lamentarte al comparar tu vida deslucida con la de otros: 101% de las veces es falso eso.
5. Suelta la preocupación innecesaria. Actúa en el momento que se presente un problema y deja de llenarte la cabeza es escenarios catastróficos.
6. Acepta a la gente como es y trátala como te traten a ti. Por más que quieras, será muy difícil cambiar a otros y, peor, es posible que al mismo tiempo alguien esté tratando de cambiarte. Ejercicio inútil.
7. Aprende a decir NO. No a todo se accede.
8. Respétate. Valórate.
9. Aprende a tomar decisiones. Sé valiente, pues a veces las decisiones a tomar son duras.
10. Cuida tu salud y maneja tu estrés. Si no puedes hacer una cosa hoy, déjala para mañana o cuando se pueda. La presión es mala consejera y ca
Los consejos son obvios, pero raras veces los ponemos en práctica. Empecemos hoy.
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