¿Alguna vez te has preguntado por qué hay gente que nunca se casa? ¿Por qué hay gente que teniendo todo, al menos a simple vista, nunca logra hacer nada con su vida?
La vida a veces parece una paradoja. Gente que nació en la más espantosa pobreza logra cosas extraordinarias, mientras que otros que nacen y viven cómodamente nunca se salen de su zona de confort. Hay gente que ha nacido en hogares millonarios y que termina siendo paupérrima. Hay gente brillante que no logra convertir su inteligencia en un medio factible para vivir. Hay gente mediocre que saca partido con creces a su poco talento, opacando a otros que lo tienen de sobra pero que no lo han sabido aprovechar.
Imagen: Shyyboyy (Deviant Art) |
¿Qué es lo que pasa aquí? ¿Qué factores determinan estos resultados? Si bien cada caso es distinto, hay algunos factores y situaciones que se repiten. Hay gente que se ve impulsada por comentarios negativos de otros a demostrar que estaban equivocados. Esos son los que suelen triunfar. Hay otros que se dejan influenciar por esos resultados negativos, encerrándose y limitándose. Esos son los que fracasan. Hasta aquí, muy sencillo todo, pero la cosa va mucho más lejos de ahí.
Vale preguntarse qué cosas influyen en el tipo de respuesta que se tiene ante estas situaciones, que a todos nos pasan. Aparte de la genética, el ambiente donde una persona se desarrolla juega un rol importantísimo en lo que ocurrirá después. Es aquí donde están las bases de la inseguridad, baja autoestima o bien lo contrario: deseos de superación y autoestima saludable.
Los padres son quienes primariamente influencian la conducta futura de sus hijos. Estilos de ser padre hay muchos: los hay que son sobreprotectores, los hay que son totalmente descuidados, los hay estrictos, los hay débiles. Muchos estilos y combinaciones de estilo. Lo mejor para cada cual es un equilibrio, pero como estas cosas a su vez están influenciadas por asuntos culturales, experiencias pasadas y mentalidad, el resultado es que hay toda clase de gente con toda clase de traumas y trastornos.
No es bueno decir que sí a todo, pero tampoco es bueno coartar totalmente la libertad y las opciones diciendo no a todo. Nada bueno se logra salvaguardando al niño de cada posible peligro porque eso le impide desarrollar sus propias defensas y mecanismos de sobrevivencia. Obviamente no es tampoco una buena idea djar que el niño haga lo que le venga en ganas, porque tiene que haber límites y enseñanza.
El punto de esta entrada es que tiene que haber un equilibrio en todos los aspectos. Hay padres que son muy buenos proveyendo techo, ropa, comida y otras necesidades básicas y no tan básicas, pero quizás no demuestran cariño o no saben lidiar con situaciones emocionales. Se da también el caso contrario, y en ambas situaciones los resultados se ven con el paso de los años.
Lo más difícil para cualquier niño es desarrollarse en un ambiente donde nadie lo comprende, sea porque los compañeritos se viven burlando o porque los padres no le dan importancia a esas situaciones. Con el tiempo ese niño puede convertirse en un adulto resentido e inseguro, y eso no es algo que no se supera de la noche a la mañana.
La diferencia entre el éxito y el fracaso en la vida muchas veces yace en el tipo de formación inicial. Hay gente lo suficientemente ingeniosa como para sacudirse y seguir adelante, pero otros no tienen esa fortaleza y sucumben. Es fácil juzgar, pero entonces el tema es mucho más complejo de ahí.
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