Foto: Clave Digital
En vista de los resultados que arrojaban una y otra vez las encuestas hechas por firmas respetables, para nadie debió ser una sorpresa que el presidente Leonel Fernández se reeligiera con casi 54% de los votos. Sin embargo, la dirigencia del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y sus seguidores más apasionados insisten en mantener la vigencia a través del pataleo.
En vista de los resultados que arrojaban una y otra vez las encuestas hechas por firmas respetables, para nadie debió ser una sorpresa que el presidente Leonel Fernández se reeligiera con casi 54% de los votos. Sin embargo, la dirigencia del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y sus seguidores más apasionados insisten en mantener la vigencia a través del pataleo.
No conformes con haber hecho la vida imposible a millones de dominicanos con sus constantes denuncias durante la campaña recién pasada, todavía hoy, tres días después de la Junta Central Electoral (JCE) haber dado su último boletín, los perredeístas insisten en descalificar los resultados y en restarle importancia a su derrota.
El PRD, desde Virgilio Bello Rosa hasta Miguel Vargas, pretende justificar su derrota aludiendo al supuesto uso de recursos del estado por parte del PLD; sin embargo, no tienen calidad moral en vista de que ellos han hecho eso y más de ahí en ocasiones anteriores.
La realidad es que mientras el PRD está en la oposición hace un trabajo magnífico, una vez en el poder, es un desastre. ¿La evidencia? Los gobiernos de Antonio Guzmán, Salvador Jorge Blanco e Hipólito Mejía. El PRD estuvo fuera del poder durante 14 años hasta que Hipólito asumió la presidencia en el 2000. El momento era perfecto para ellos demostrar que habían cambiado, que era posible que ellos gobernaran y hubiera progreso. El resultado de esos cuatro años de Hipólito son difíciles de olvidar.
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