En este país se ha perdido el respeto al cliente. Si bien se admite que no siempre el cliente tiene la razón, de seguro que la mayoría de los lectores de este blog estará de acuerdo en que últimamente los clientes llevamos todas las de perder, sobre todo a la hora de lidiar con compañías telefónicas.
En semanas pasadas relataba la odisea de un supuesto servicio de Internet inalámbrico que me había vendido Codetel y que nunca funcionó como tal. Cuatro semanas de pésimo servicio me llevaron hasta Viva, donde conseguí un servicio que hasta la fecha ha sido satisfactorio. Sin embargo, hoy pasé por una situación bastante desagradable con esa compañía.
En la tarde de hoy intenté conectarme al Internet en varias ocasiones, y siempre me salía el mismo mensaje de error: SE HA TERMINADO EL VINCULO PPP. Intrigada por el significado de este mensaje, que solo me había salido el pasado 16 de mayo , aunque luego funcionó a la perfección, llamé a Viva. Tras varios minutos de espera me atiende una joven que me toma los datos y el reporte.
Luego de verificar algunos datos, me informa que esa cuenta está suspendida por falta de pago, y que debo más de 4 mil pesos. Reaccioné bastante airada, pues la única factura que me llegó por ese concepto, donde cobraban cerca de 2,500 pesos (el mes + los días adicionales desde que firmé el contrato), la había pagado en Acrópolis el pasado 9 de mayo, antes de que venciera.
Resulta ser que el problema vino precisamente porque la pagué en Acrópolis: según me explicó un representante de ese punto de venta, por fallos técnicos el personal de Viva en la oficina principal no ve los pagos realizados fuera de ese lugar. En pocas palabras, si usted pagó en Acrópolis, ha perdido su tiempo, y corre el riesgo de que le suspendan el servicio y le llamen "mala paga" en su misma cara. Sencillamente inaceptable.
Con todas las quejas en el ambiente, intesificadas con los apagones de Claro y Orange de los últimos días, me parece que la industria telefónica del país debería ponerse en alerta, lo mismo que el Indotel.
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