Solidaridad humana, un gran potencial que a veces es abusado por desaprensivos. En momentos de grandes crisis se ha demostrado que la gente es capaz de obviar sus diferencias y sacar de donde no tiene con tal de aportar a la causa. Se ha visto en los casos de países afectados por terremotos, ciclones y otros fenómenos naturales, pero se ha visto por igual con esas campañas de caridad que recolectan fondos para casos indivuales de cáncer y otras enferemdades cuyo tratamiento es costoso.
De todas las enfermedades, cáncer es una de las que más pena y simpatía genera al mismo tiempo, y quizás esto motivó a Ashley Kirilow, una canadiense de 23 años, a fingir la enfermedad por más de un año, montando un acto tan realista que llegó al extremo de raparse la cabeza, sacarse las cejas y pasar hambre para dar la apariencia de genuino sufrimiento. Como respuesta al "sufrimiento" de Ashley, fueron muchas las personas que donaron dinero a través de un grupo creado por ella misma en Facebook, donde incluso llegó a declarar que estaba al borde de la muerte.
Asimismo, recibió el soporte incondicional de sus amigos, algunos de los cuales fueron tan generosos que dedicaron tiempo y recursos propios para ayudarle a recolectar dinero para su enfermedad. Miles de personas preocupadas y miles de dólares donados en nombre de una farsante de este calibre, que ahora enfrenta juicio por sus engaños. ¿Y su familia? También fueron víctimas del engaño.
Por increíble que parezca, Kirilow montó este acto porque, al decir de ella misma, estaba buscando la forma de llamar la atención, y vaya si lo logró. De seguro sus ex-amigos nunca olvidarán esta actuación tan magistral, y lo más probable es que los millones de pacientes de cáncer que hay en todo el mundo la vean con malos ojos, porque casos de engaños como este provocan que la gente lo piense dos veces antes de meterse de lleno en actos de caridad.
Sin embargo, Ashley Kirilow no es la única que ha logrado engañar al público de esta manera. Jessica Vega, residente en Nueva York, fingió leucemia terminal y entristeció a muchos con su historia de que deseaba casarse con su prometido y pasar algún tiempo con su hija recién nacida antes de morir. Como respuesta, una tienda le donó el vestido de novia y cientos de personas aportaron para la ceremonia y la luna de miel. Tremenda decepción se llevó su esposo cuando se enteró de que todo había sido un engaño. Al día de hoy están en proceso de divorcio.
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**En las imágenes: Ashley Kirilow fingiendo cáncer (izq.) y Jessica Vega probando su vestido de novia (der.)**
Patético
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