Limpieza de playas

Imagen: Listín Diario

Septiembre se ha convertido en los últimos años en sinónimo de limpieza de playas, litorales y costas. Voluntarios de todas partes del país anualmente se suman a este esfuerzo, y en cada ocasión vemos lo mismo, un montón de basura recolectada en las playas más visitadas del país, donde sobresalen vasos foam, botellas de agua y vasos desechables. 

Es una pena que la gente, por ignorancia o por egoísmo, aún no haya aprendido a respetar el medioambiente. República Dominicana cuenta con playas hermosas que conforman la base de su turismo. Sin embargo, la queja sobre la basura que arropa el litoral de Santo Domingo y otras partes del país es una constante. A la vez que varios cruceros se han devuelto de costas dominicanas por esta situación, en Samaná extranjeros residentes claman a las autoridades por la basura que se acumula en sus playas.
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El problema de la basura no se limita a las playas. Tal parece que no hay una sola ciudad en toda República Dominicana que haga un manejo adecuado de sus desperdicios. Santo Domingo, Santiago, San Pedro de Macorís, Puerto Plata, Samaná, Higüey, La Romana. Todas estas ciudades son centros turísticos, y en cada una de ellas la basura siempre está a flote. Las playas lamentablemente no se salvan de esta agresión.

Vida Azul, una entidad sin fines de lucro de carácter ambiental, llegó recientemente a la conclusión de que República Dominicana es el mayor consumidor de vasos foam. ¿Cómo llegó a esta conclusión? Analizando la basura que cada año recolecta en distintas playas del país. Y siendo el caso que hay gente que ha llegado a hacerle odas a ese producto en particular, no dudo que así sea.

¿Y Medioambiente? Cada año para estas fechas organiza jornadas de limpieza, pero esto jamás será suficiente. No basta con recoger la basura un día y hacer un amplio reportaje en los medios. Lo que hace falta es crear conciencia, y eso solo se logra con un plan integral de educación dirigido a niños y adultos, enfocado en todas las clases sociales. Pero además, reforzar este aprendizaje con la correcta aplicación de las leyes. Si a cada persona que visita la playa le ponen 500 pesos de multa por cada pieza de basura generada, de seguro se acaba el relajo.