Foto: Daily Mail |
A simple vista parece que los minutos de este goldfish están contados, pues el gato tiene su cabeza dentro de la pecera y la lengua lista para atacar; sin embargo, las cosas no son tan crueles como parecen. Alega el dueño de esta pareja de mascotas que el gato ha desarrollado vínculos afectivos con el inquilino de la pecera, y que a diario visita a su amigo y aprovecha para tomar un sorbo de agua.
¿Será posible que un gato y un pez sean amigos sin que el pez pase a mejor vida? ¿O será que el gato espera el momento justo para atacar a su presa? Sin duda la foto muestra una situación interesante... habrá que ver si al cabo de los días sigue en pie esta relación de amistad. Más fotos aquí.
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