Cosas que sólo se ven en Estados Unidos: un gato llamado Sal ha recibido una citación para presentarse como jurado en un juicio que tendrá lugar en la corte superior de Suffolk, Boston, el próximo 23 de marzo.
A pesar de las protestas de su dueña, que hizo llegar una carta al comisionado de justicia explicando que Sal no podrá atender el juicio porque ni habla ni entiende el idioma inglés -hecho avalado por demás por su veterinario, que define a Sal como un felino doméstico de pelo corto-, tal parece que Sal tendrá que comparacer con el resto de los que fueron citados para servicio de jurado.
A juzgar por la respuesta del comisionado, no se espera que los miembros del jurado entiendan el inglés a la perfección, y como Sal ni está enfermo, ni es demasiado viejo ni ha sido condenado por delitos previos, no hay nada que le impida ir a la corte. En efecto, el único delito de Sal es figurar en un censo como parte de la familia Esposito, donde está claramente declarado como la mascota familiar e identificado como gato, un dato que al parecer la burocracia estatal ha pasado por alto.
Así que ya lo sabe, será cuestión de tiempo antes de que Sal vuelva a salir en las noticias, esta vez por la expectativa que se creará ante su respuesta a la hora de debatir si el acusado es culpable o inocente... aunque lo más probable es que conteste con un maullido de indiferencia. ¡Viva la burocracia! Noticia en inglés aquí.
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