Aprovechando la época de ballenas jorobadas en Samaná, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales decidió inaugurar un mirador para aquellas personas que prefieren quedarse fuera del agua o que temen acercarse a los cetaceos.
El mirador en cuestión está ubicado en Punta Balandra, a donde tuve la oportunidad de ir hace una semana. La experiencia fue interesante, pero me llamó la atención el hecho de que es sumamente rústico el camino para llegar hasta el mirador, una estrucura en madera que ofrece una vista panorámica impresionante del mar y la costa.
106 escalones de tierra hay que subir para apreciar esta belleza (este dato lo dio un niño antes de empezar el ascenso), sin pasamanos ni nada que impida una caida fatal si alguien de casualidad resbala o tropieza. Definitivamente no es una travesía para todo el mundo, aunque debo decir que vi gente de todas las edades subiendo y bajando, deseosas de ver a las ballenas que cada año vienen por estos lados. Lamentablemente no vi ninguna ballena, pero sí pude disfrutar de una vista preciosa que comparto en estas fotos.
Para finalizar, la estructura del mirador está bien, la única observación es que es quizás un poco peligroso el camino que lleva hasta allá.
Gracias Rocío por tu post y al Ministerio de Medio Ambiente por el esfuerzo de reactivar el turismo ecológico en la zona, una petición nuestra sería que se instalen allí una estación de observatorio con equipos binoculares y meras telescópicas que hagan más impresionante el disfrute de los visitantes, no sin antes mejorar la vía de acceso al Mirador Punta Galandra.
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