Foto: Me Borré
Vi hoy a través de Remolacha una noticia que da cuenta de cómo el turismo en Samaná está sufriendo por efecto de la acumulación de la basura. Es justamente lo que comentaba ayer a propósito de la situación en Puerto Plata.
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Por muy bonitas que sean las playas, por buena que sea la publicidad exterior y por atractivas que resulten las ofertas hoteleras, una cosa prevalece por encima de todo: a nadie le gusta pasear en una ciudad arropada por basura, con calles en mal estado, niños pedigüeños en cada esquina y abandono generalizado.
Por muy bonitas que sean las playas, por buena que sea la publicidad exterior y por atractivas que resulten las ofertas hoteleras, una cosa prevalece por encima de todo: a nadie le gusta pasear en una ciudad arropada por basura, con calles en mal estado, niños pedigüeños en cada esquina y abandono generalizado.
Tristemente esa situación no es exclusiva de Samaná. Santo Domingo, ciudad primada de América y además Capital Americana de la Cultura por este año 2010, ofrece un espectáculo deprimente por igual, con una Zona Colonial descuidada, un malecón abandonado, arrabales por doquier, infaestructuras poco cuidadas, parques en mal estado y estatuas vandalizadas. El descuido en Santo Domingo está presente tanto en la zona metropolitana como en la perfiera. ¿Y el alcalde? Ese no dice nada.
Siempre me ha parecido contradictorio que República Dominicana quiera vivir del turismo con ciudades en tal mal estado y una población con tan bajo nivel de educación. De nada han valido las quejas que cada cierto tiempo exponen los operadores de cruceros, que en más de una ocasión han suspendido sus visitas a los distintos puertos dominicanos por la mala imagen que presentan. Tampoco se han aprendido las lecciones de Puerto Plata y Boca Chica, polos turísticos que han visto mermar la cantidad de visitantes a lo largo de los años.
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Para que vean que este problema de la basura en Samaná es recurrente, les dejo aquí el enlace a esta entrada del blog Me Borré.
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