Foto: visiblesoul.org
Todas las noches cojo la misma lucha con el servicio de Internet en mi casa: el correo de Gmail se friza si no lo pongo en modo HTML básico, las páginas duran una eternidad para cargar, las transacciones electrónicas se quedan por mitad y ver un video de 3 minutos es una tortura. Todas las noches la frustración aumenta, más que nada porque no hay salida: ya he probado casi todos los servicios, y ha sido una decepción tras otra.
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Así como me quejo del servicio de Internet, se quejan otros, incluso más amargamente. Pero no esto lo único que no funciona. En las últimas semanas no he encontrado cajero que sirva, empeorando la situación en los últimos días.
Los cajeros, sin importar que sean del Popular, Reservas, Progreso o Scotiabank, están dando muchos problemas: cuando no es que se quedan sin dinero, entonces es que limitan la cantidad a sacar (2 mil pesos no dan para nada), o anulan la transacción sin dar explicación alguna. En esta semana he ido a 5 cajeros diferentes, de diferentes bancos, y no he podido sacar nada. La solución es ir a un banco, pero el horario de trabajo lo dificulta.
Donde la cosa se pone realmente difícil es con la luz. Desde hace dos meses la joven se va con una precisión inusitada a las 8 en punto. De en adelante, es todo una sorpresa. Aún cuando hay un inversor en casa, no es una situación tolerable, porque cada vez que se va hay que salir a desconectar todo y una vez prendido el inversos, a racionar la energía que se va a usar, porque no se sabe la magnitud del apagón.
Cuando nada funciona, la frustración es grande. Servicios públicos y privados dejan muchísimo que desear en este país.
Rocio, la situacion es frustrante.
ResponderEliminarA veces extraño tu visita a mi blog, pero sé lo dificil que es y el tiempo que te tomará visitar varios blogs.
¡Cuanta defiencia! Y con poca esperanza de mejoria.
Te deseo que recibas mucha luz.
Gracias, Rafael. hoy fue que vi el comentario, ayer no sé que pasaba, lo mostraba, pero no lo abría.
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