Foto: El Día
La noticia de la joven japonesa que fue atracada ayer en las cercanías del Faro a Colón hace que surjan muchas preguntas. En primer lugar, ¿dónde está la seguridad ciudadana? En segundo lugar, ¿así queremos vivir del turismo?
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Es un hecho que los turistas son presa fácil de delincuentes en cualquier parte del mundo, pero es también un hecho que los atracos han ido en aumento en Santo Domingo y el resto del país. Es innegable además que escenas como estas en nada favorecen a República Dominicana en términos de turismo, mucho menos en medio de una crisis mundial que tendrá su impacto en ese sector.
El Faro a Colón es uno de los tantos atractivos mencionados en brochures y revistas que promocionan a la República Dominicana como destino turístico. Lo menos que debía hacerse es mantener el orden en áreas como esas, aunque lo ideal es mantenerlo en toda la ciudad. Pero si tanto queremos vivir del turismo, debemos recordar que no hacemos nada con tener playas envidiables y buenos hoteles si las calles están descuidadas y la delincuencia hace estragos.
La joven atracada ayer, Susuki Matsumi, de seguro pasó el susto de su vida cuando fue golpeada con la finalidad de quitarle su cámara digital. Masumi, quien fue llevada al hospital Darío Contreras para tratarle una fractura creaneal tras el atraco, formaba parte de un grupo de 500 turistas japoneses que llegaron a Santo Domingo en un crucero.
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Incidentes como estos hablan mal de nosotros.
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