Fotos: periódico Hoy
Con un ayuntamiento que ha recibido más de dos mil millones de pesos sin los arbitrios recolectados, en Los Alcarrizos no se nota el progreso.
Las principales calles de sus barrios están deterioradas y sin capa asfáltica, como si allí no viviera gente que paga impuestos por concepto de uso de espacios públicos, recogida de desperdicios sólidos, hipotecas y conservadurías, entre otras cosas. Lo peor del caso es que el síndico, Junior Santos, está al tanto de los problemas y parece no tener capacidad de respuesta a los mismos.
Una de las principales deficiencias de los barrios que se forman en las periferias de las grandes ciudades es la falta de una plantificación urbana, y Los Alcarrizos no escapa a la problemática, pese a que años atrás fue modelo a seguir en los programas pilotos de Naciones Unidas, estatus que se mantuvo hasta finales de la década de 1980, por el buen diseño urbanístico de los barrios que le conformaban. El problema vino con los sectores que surgieron en la periferia en los años subsiguientes, acordonando al centro de Los Alcarrizos.
Las maltrechas calles, el lanzamiento de toda clase de desperdicios a los cauces de arroyos y cañadas, la desidia por resolver el problema de las aguas residuales y la falta de comunicación vial entre una barriada y otra, hace cada día mas difícil la vida de los jóvenes en Los Alcarrizos.
A lo antes dicho, debemos sumar la falta de políticas dirigidas hacia la juventud, la escasa presencia de programas gubernamentales destinados a fomentar deportes, arte y cultura y, por si fuera poco, la ausencia de infraestructura para la prácticas deportivas.
En todo esto hay desidia y carencia de continuidad del Estado en la construcción y terminación de obras de bien social que presentan un nivel avanzado de ejecución, como son el polideportivo Los Alcarrizos, el expreso Nuevo Camino y el distribuidor de trafico a la entrada de Pantoja.
En Los Alcarrizos se necesita un Comunity College, proyectos habitacionales para profesionales y profesores del municipio, y los más representativo de toda comunidad, un parque para el esparcimiento de su gente, que a sugerencia nuestra estaría dando la bienvenida a todo visitante si se lograse construirlo a la entrada, justo frente al elevado, en las inmediaciones del campo deportivo de una empresa del sector privado.
Sin temor a ofender, nuestras autoridades no expresan voluntad política por quienes los colocan al frente de la cosa pública para que administren bien los recursos del estado, producto de los impuestos que pagamos todos.
Comentarios
Publicar un comentario
Este blog no acepta vulgaridades. Modérese antes de comentar.