El solo hecho de hacer cumplir la Ley de Medio Ambiente y Recursos Naturales está dando un giro extaordinario a uno de los principales problemas que preocupa al país y al mundo: la preservación de los ríos y otras fuentes acuíferas.
Aunque sabemos del buen desempeño del pasado secretario de esa cartera, licenciado Omar Ramírez, el sello personal de un hombre como el doctor Jaime David Fernández Mirabal ha venido a poner el cascabel al gato, como se dice en lenguaje popular.
Si las granceras no cumplen los requisitos, el Secretario de Medio Ambiente sí lo hace. A nuestro entender, sus acciones parecen tener mucho mayor respaldo en la población de lo imagimado. Este puede ser el Gran Objetivo que nos guiará hacia el cumplimiento de las metas trazadas conjuntamente por las 159 naciones que firmaron el protocolo de Kyoto.
Los gases industriales en zonas urbanas y el tratamiento de las aguas residuales esperan una acción similar para ponernos en el camino correcto de cumplir uno de los más importantes objetivos del milenio.
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