Luego de que entrara en vigencia al final de 2008 la Ley 48-00, aquella que prohíbe fumar en lugares cerrados, muchos negocios habilitaron terrazas para que la clientela que disfruta de fumarse sus cigarrillos, cigarros y demás no se escapara.
En vista de la falta de espacio, y por aquello de que fumar está de moda entre ciertos grupos, hubo negocios que llegaron al extremo de convertir sus escasos parqueos en acogedoras terrazas al aire libre, las cuales viven llenas, no importa que tan cerca estén de la calle ni cuanta contaminación se coja por ahí.
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Uno de tales negocios en hacer la transformación -que se quedó sin estacionamiento, dicho sea de paso- tiene la particularidad de que permite a sus clientes fumar en cualquier área del restaurante, inclusive dentro, a pesar de que la Ley 48-00 expresamente lo prohíbe.
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El minimalista negocio, ubicado en la avenida Roberto Pastoriza, aparentemente no sabe decir que no a sus ilustres clientes. Y mientras había un humo insoportable en el bar, con todo y que las puertas estaban abiertas, en la terraza, que estaba repleta, no había una sola persona fumando. Que alguien me explique, por favor.
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