Las generalizadas quejas de los usuarios de CODETEL me hacen pensar que no existe una supervisión plena del trabajo que realizan los técnicos de servicios residenciales contratados para esos fines. Hablo en terminos propios con relación al traslado de una parábola del servicio Claro TV, la que no ha sido posible instalar correctamente porque no tienen escaleras ni taladros para perforar una pared. Algo que resulta tan sencillo, lo han complidao hasta la saciedad.
El viacrucis inicia desde el primer día en que inició el reporte del cambio de dirección y consecuentemente el traslado de los servicios que ofrecen via satelital. Luego de varios días esperando, llamo al 220-1111 y me asignan un número de RECLAMACION con el cual mi caso sería atendido con un margen de tres a cinco días para resolverlo... pasaron unos treinta días para verlos llegar con la orden de instalar los servicios.
El viacrucis inicia desde el primer día en que inició el reporte del cambio de dirección y consecuentemente el traslado de los servicios que ofrecen via satelital. Luego de varios días esperando, llamo al 220-1111 y me asignan un número de RECLAMACION con el cual mi caso sería atendido con un margen de tres a cinco días para resolverlo... pasaron unos treinta días para verlos llegar con la orden de instalar los servicios.
Ahora es que me han complicado la existencia. Desde aquel día hasta hoy, han pasado más de sesenta días que llegaron y preguntaron por donde deseaban colocar la cablería. Yo, que había dejado un plano para la instalación, recibí la noticia de parte de los enviados de que no tenían escaleras ni taladros para resolver ese caso: decidieron por su cuenta, pasarlo al través de la ventana corrediza, impidiendo cerrar de manera segura dos de las habitaciones del apartamento donde resido.
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Entre reclamación y reclamación, van mas de seis en total, una tras otra, sin que aparezca un "técnico de la NASA" a devolverme la tranquilidad del sueño que jamás podré recuperar.
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Ahora, no sé si la fiebre esta en la sábana o en el paciente, pero le pido de favor a nuestros lectores no callar situaciones como estas que están sucediendo a diario con empresas nacionales y transnacionales. Quizás aparezca una institución capaz de aplicar los correctivos de lugar, antes que el daño sea irreparable.
Esa compañía cada día está de mal en peor...
ResponderEliminarSon unos bárbaros!
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