Tal como informa El Nacional en su edición de hoy, la vinculación que hizo el presidente boliviano Evo Morales entre pollos de granja y el auge de los gays es una cosa que había sido debatida 34 años atrás en Repúbica Dominicana.
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Parecía una idea descabellada en ese entonces, y por la reacción vista en Bolivia, es evidente que todavía hoy resulta descabellada. Sin embargo, hay evidencia creciente de que hormonas femeninas usadas en medicinas, productos y en granjas (para el engorde de animales) pasan al agua y de ahí pasan al organismo, con la consecuencia nada agradable de que pueden provocar desviaciones de la sexualidad.
En tiempos recientes se ha hecho la advertencia de plásticos que tienen esa cualidad, los cuales se estaban usando en biberones y otros productos para bebés. Definitivamemte que pinta fea la cosa, considerando que las aguas están cada día más contaminadas y que los plásticos son una cosa de uso muy común. La preocupación es bastante real.
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