Foto: Flickr (Rodrigo Ferrari)
Con la sola excepción de Acrópolis, donde el mantenimiento y estado de los baños es aceptable, las grandes plazas comerciales de la ciudad dejan mucho que desear en este aspecto, y eso es algo que ayuda a alejar a la clientela. Es muy desagradable estar disfrutando de unos tragos en el lounge de Torre Piantini, por ejemplo, y encontrarse con que el baño es un asco. Eso definitivamente no inspira a consumir nada.
Se dice que el baño es un reflejo de las normas de higiene de un establecimiento, un tema que resulta especialmente delicado cuando se trata de un restaurante, bar, café o lounge. Si en efecto esto es cierto, entonces estamos en serios problemas, pues lo raro es que un baño cause buena impresión mientras visitamos establecimientos de comida rápida y plazas comerciales.
Algunos achacan el problema a la falta de educación de los propios clientes, quienes muchas veces son incapaces de descargar el inodoro, dejan un mojadero y tiran los papeles al suelo. Pero esto no significa que el establecimiento esté exento de culpa, pues se supone que debe tener un personal para dar mantenimiento constante.
Algunos achacan el problema a la falta de educación de los propios clientes, quienes muchas veces son incapaces de descargar el inodoro, dejan un mojadero y tiran los papeles al suelo. Pero esto no significa que el establecimiento esté exento de culpa, pues se supone que debe tener un personal para dar mantenimiento constante.
Donde el problema se torna más grave es en las plazas comerciales, donde el lujo y el moderno diseño suelen contrastar con baños mal diseñados y sin el mínimo de cuidado. Junto a pisos relucientes, modernos ascensores, diseño de vanguardia y tiendas caras conviven estos "baños", que casi siempre dan la impresión que se dejaron de último a la hora de contruir la plaza. Puertas, espejos y grifos de mala calidad son un indicio de que a estos baños no se les dio importancia alguna en la fase de planeación.
Con la sola excepción de Acrópolis, donde el mantenimiento y estado de los baños es aceptable, las grandes plazas comerciales de la ciudad dejan mucho que desear en este aspecto, y eso es algo que ayuda a alejar a la clientela. Es muy desagradable estar disfrutando de unos tragos en el lounge de Torre Piantini, por ejemplo, y encontrarse con que el baño es un asco. Eso definitivamente no inspira a consumir nada.
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Tan mala es la situación en Torre Piantini que conozco de un negocio que se va a mudar a un local cercano, actualmente en remodelación, porque sus dueños no consiguieron el apoyo de la administración para reparar el baño.
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