A pesar de que lo han botado de cuantos sitios ha invadido, que le han hecho la vida imposible cortándole literalmente el agua y la luz en esos sitios que invade, que lo han vejado, que lo han insultado y hasta lo han esposado, Waldo Ariel Suero insiste en invadir lugares, presumiblemente en busca del elusivo aumento salarial.
El último lugar en haber sido invadido por Chucky y su séquito es la sede de la Regional Cero de la Secretaría de Salud Pública, ubicada en la calle Doctor Delgado, justo frente al Palacio Nacional.
Ignoro si a esta hora Waldo sigue atrincherado allí, pasando trabajo, haciendo sus necesidades en fundas plásticas y aguantando gases y ruidos de sirenas. Lo que sí sé es que a las 5 de la tarde había un buen tapón en la referida calle, cascos negros diseminados por el área y reporteros y curiosos congregados en las aceras. La misma escena, pero con más gente, se vio a las 12 del mediodía.
Y mientras hay alarma nacional por el aumento del dengue y un brote de leptospirosis, Waldo sigue exponiéndose de forma tan poco digna. ¡Qué divertido!
No acabo de comprender cómo una persona que se "quemó" el cerebro estudiando por años en una universidad, sea tan terco y tenga tan poco sentido común. Por igual eso va para los compañeros que lo apoyan.
ResponderEliminarEsos tipos - porque llamarlos médicos le queda grande - se han empecinado en llevar una lucha, en la todos estamos de acuerdo, de obtener un mejor salario. Pero a costa de la salud de los pobres.
No importa el estado de alerta, lo que importa son sus reclamos.
Las asociaciones deben tener más cuidado a quien eligen como sus representantes. Deben ser personas más ecuánime y razonables. No intransigentes y tercos. Por esa actitud muchos pobres están pagando con su salud.
Así es, y lo peor es que ese tipo no tiene vergüenza, de todas partes lo botan.
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