Cuando un grupo denominado "The Boss" se presenta en televisión con un tema llamado "El Trombón", que entre otras cosas dice "... a ella le gusta le den su trompón, a ella le gusta que le den su ramplimazo, porque ella quiere a su tipo, adora a su tipo, ama a su tipo, no se meta en esa vaina", sabemos que andamos muy mal.
.
En esta sociedad hace mucho que se invirtieron los valores. Ahora el que habla y escribe correctamente es un ridículo que anda privando en fino, y hasta lo relajan por eso. El que llega puntual a sus citas cae en lo ridículo también, porque nadie respeta eso. Si en una empresa exigen una vestimenta adecuada, las quejas al respecto no se hacen esperar.
.
Como muestra de que las cosas andan manga por hombro, ahí está la inútil Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía (CNEPR), la entidad llamada a regular el nivel de vulgaridades que llegan hasta radio y TV. Una sociedad donde prevalezca el mambo violento como música preferida de la juventud y donde la televisión local está llena de "pájaros" que enfatizan exageradamente esa condición está llamada a fracasar.
.
¿Dónde está el respeto hacia el televidente y el radioescucha? En lo personal, no creo que ninguna mujer disfrute que le caigan a golpes, por tanto, esta canción de The Boss es una mala influencia, y empeora las cosas el ritmo pegajoso que le acompaña.
.
Habrá quien leerá este artículo y pensará que estoy desfasada o que soy una pariguaya, pero la realidad del asunto es que no es tan simple. Las letras de estas canciones pueden llegar a convertirse en una moda peligrosa, ya que refuerza la cultura machista y otros antivalores de los que tanto nos quejamos.
.
Canciones como "El Trombón", que probablemente lleva ese nombre para confundir al enemigo, constituyen una burla hacia la sociedad pensante, con el agravante de que Acroarte, bajo presión, accedió a incluir el renglón "merengue de calle" en los próximos Casandra, lo que viene a constituir una validación de los antivalores que representan sus exponentes. Me pregunto, ¿el objetivo de los Casandra no era premiar el arte y la calidad?
.
El alegato de quienes defienden al merengue de calle es que Omega, El Cata y demás miembros tan solo expresan la realidad social a través de sus letras. Cierto es que violencia, delincuencia y drogadicción han poblado nuestras calles, pero entonces hago otra pregunta: ¿en qué nos ayudan estas canciones?
En la foto: Franklin "The Boss" (Triculí)
Querida Rocio, tenemos un pueblo que está pasando por una crisis cultural. Un pueblo pobre de espiritu, que no sabe apreciar ni valorar la buena música, las buenas letras de un merengue. Más bien, acepta todo lo que le ofrecen, aunque no tenga nunguna calidad. Por eso es el éxito de estos personajes, enganchados de artistas.
ResponderEliminarSomos un pueblo como a un niño que se alimenta de dulces. No sabe lo que es una comida nutritiva, porque solo come dulces. De igual forma nuestro pueblo está desnutritido culturalmente hablando. Y para acentuar el fenómeno, Acroarte se dejó influenciar y permitió que al merengue de calle lo incluyan en la premiacion.
Buen post, Rocio. Felicidades.
parece que el papa de este tipo desbarataba a la mama de el a tabana limpia , a empujones y a trompones y eso lo inspiro a componer esta cancion.
ResponderEliminarlo peor de todo es que es una realidad porque hay mujeres que les gusta este tipo de letras en las canciones