Puente de la 17. Foto: labrechainformativa.com |
En la última entrada que publiqué puse tres fotos correspondientes a Guinea Ecuatorial porque me ha llamado siempre la atención el gran parecido que hay con este país. Todo aquel que vio las fotos pensó que la primera se correspondía a Samaná y hubo gente que comparó las otras dos con Higüey, San Carlos y Bonao. En esas fotos, como aquí, se puede observar una cierta informalidad hacia lo que viene siendo cuidado del ornato y entorno de una ciudad.
Me pregunto, ¿por qué es tan difícil mantener la infraestructura de una ciudad en buenas condiciones? Se trate de Santo Domingo, Santiago, Bonao, Higüey o La Romana, se repite lo mismo: aceras en malas condiciones, basura regada, parques públicos en mal estado, calles y avenidas que no se barren, letreros cayéndose, carros de concho contaminando el ambiente y una falta de mantenimiento generalizada.
Caminar por cualquier avenia o calle es toparse con una rumba de materiales de construcción, basura apilada y aceras a las que les faltan pedazos, con los contenes llenos de lodo y desperdicios. Hay calles que han sido asfaltadas tantas veces que los contenes resultan muy hondos, y eso puede ser un peligro para conductores que no reparan en ese detalle. A veces da la impresión de que las aceras, lo mismo que los hidrantes, son un asunto en vías de extinción, pues casi todas están deterioradas. Las áreas verdes, además de escasear, suelen estar también descuidadas.
Es una lástima que un país con tantos recursos, que vive en gran parte del turismo, no cuente con mejores ciudades y pueblos que exhibir y que ofrecer a sus propios habitantes, y aquí hay una cierta contradicción, pues es la propia gente la culpable de esas situaciones. Este es un tema complejo y de doble vía porque se supone que cada ciudad y pueblo cuenta con autoridades edilicias que se encargan de esos temas que he mencionado. Si bien esto es así en teoría, en la práctica ocurren varias cosas que contribuyen al deterioro que vemos día tras día.
Por un lado, la gente necesita educarse en lo relativo a convivir en una ciudad, cuidar sus infraestructuras y aprender a valorar la importancia de un entorno agradable y saludable. No es posible que los gobiernos inviertan dinero en obras de bien común y que las mismas sean dañadas al poco tiempo por los habitantes de la ciudad. Por otro lado, las autoridades deben fomentar ese tipo de educación y establecer reglas que permitan mantener el orden, ya sea aplicando multas u otro tipo de amonestación, y de paso ejecutar programas permanentes de mantenimiento.
Lamentablemente ambas cosas faltan, porque en gran parte es un asunto de cultura. La gente se ha acostumbrado a hacer lo que le da la gana mientras las autoridades no se dan por enteradas. Hay gente que pasa a ocupar cargos de importancia sin tener el menor interés de hacer aquello que está supuesto a hacer, y como nadie reclama nada, pues siguen ahí. Eso es un error.
Cuando realice mis 1ros. viajes al exterior fue que comprendi como la basura y falta de mantenimiento cambia la vista de los lugares, lo digo porque en mi 1er. viaje a USA pense que es porque era USA que todo lucia bien, luego tuve la oportunidad de visitar varias ciudades Latinas y las encontraba hermosas, hasta que cai en cuenta que nuestra Santo Domingo era igual o mas bella que las que habia visto, era precisamente por la basura y eso que dices, el mantenimiento que no lucia con el esplendor de otras.
ResponderEliminarLa situacion es mas tragica porque tenemos una economia orientada a vivir del turismo, y una cosa es visitar un lugar pobre y otra diferente es visitar un lugar sucio, eso ultimo espanta el turismo, hasta ahora no ha sido un obstaculo porque el turismo masivo no sale de los Resorts y areas aledañas.
Uno no debe perder la esperanza que algun dia entre las autoridades correspondientes mas sectores de la poblacion civicamente educados, unan esfuerzos para de algunar forma educar a la poblacion y se haga enfasis en enforzar las leyes relacionadas al tema, algo que hasta ahora a nadie le ha interesado resolver (solo conseguir votos para la proxima eleccion).
Comprendo perfectamente esa sensación que describes de la primera vez que viajaste. Si algo me ha llamado siempre la atención es que en una ciudad como Nueva York te das cuenta de que los latinos en general son desórdenes: donde quiera improvisan un negocio, y si no es improvisado entonces carece de cualquier tipo de elegancia o criterio. Calles sucias, grafitti y una falta de orden generalizada, tal como se observa aquí. El contraste es marcado cuando vas a las áreas donde ya no dominan las mayorías latinas.
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